20 febrero 2014

Reflexión grupal

Luego de escuchar a Tom Wujec –en su charla TED Marshmallow Challenge de 2010– sobre los resultados que se presentan al contrastar “las torres” de los VS los , entendí una cosa. Wujec expresa que “lo que los niños hacen distinto, es que empiezan con el malvavisco, y construyen prototipos, sucesivos prototipos, siempre manteniendo el malvavisco encima, así tienen muchas oportunidades para arreglar prototipos fallidos en el proceso”. Yo esto lo interpreto de la siguiente manera:

El “malvavisco encima” puede considerarse como las metas a corto y largo plazo que se proponga el equipo en la presentación de un proyecto. Cuando el primer objetivo se encuentre resuelto, podremos sumar otro a la lista de proyecciones. En caso tal de que nuestro siguiente objetivo –es decir el segundo– no se cumpla por las razones que se presenten, el primer objetivo que hemos cumplido nos servirá como colchón para amortiguar el fracaso –y su alta caída–. Por lo menos no arrancaremos de cero ante las derrotas. Mi perspectiva sobre el ejercicio del malvavisco es que cada equipo debe entender que en materia de planeación –como profesa el refrán– “antes del uno, está el dos”. No podemos irnos por las ramas sin antes cuidar y ver crecer el árbol. En mi proyecto sucedía precisamente lo mismo. Y no fue hasta la socialización de esta interpretación personal que se recalibraron los direccionamientos de este colectivo. Se quería hablar sobre el resultado final del video, qué narrativa éste iba a emplear, a quienes se lo íbamos a compartir en redes y muchas otras cosas que bien podrían hablarse en otra etapa. Todas estas ideas fueron registradas para no descartar ningún planteamiento. Sin embargo, a estas alturas del proyecto aún no hemos ­completado en un 100% la estructura de “La flor de Loto” aunque sí se corrigieron algunas pautas que anteriormente no se habían intercambiado. Muchas cosas se resuelven sobre la marcha pero debemos considerar el pensamiento de nuestros abuelos de “terminar lo que se empezó”. Mi equipo, de tres personas, aún no se entrelaza en compromiso. Seguimos retomando y puliendo sobre el entorno en que se mueve nuestra propuesta y los planteamientos se han re-programados hacia otros puntos que no habíamos considerado. Creo que al fin estamos tomando el camino que es. Aún no somos un equipo con piernas pero ya estamos haciendo los primeros pinitos en materia de gateo.

Nuestro proyecto tiene como fortaleza la creación de una propuesta de sensibilidad educativa que se aleja de la prohibición y/o satanización de las campañas realizadas por otras personas/entidades que han sido mapeadas en nuestro estado del arte. Es una idea innovadora que busca contar una historia de la forma menos esperada por el público. La idea debe conectar a las personas con la necesidad de hacer algo a cambio de nuestro producto. Seguimos pensando qué es lo que debemos hacer puntualmente.